Microrrelato
El payasito bailarín
Acudió a una apasionada brujita que le propuso una interesante solución. El payaso rápidamente fue a obtener los ingredientes para la curiosa mezcla y, una vez tenía lagrimas de niño y gotas de su propia sangre, las revolvió eufóricamente.
Al conseguir la mezcla la arrojó sobre su nariz y observó como, a diferencia de antes, todo ser a su paso danzaba con gracia.
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